El amor es un continuo aprendizaje a lo largo de la vida y pasa por distintas etapas en las que va madurando. El amor compromete a la persona y le ayuda a sacar lo mejor de sí misma.
La familia crea un entorno adecuado para el desarrollo de la persona: en ella somos amados por nosotros mismos lo cual nos capacita para amar a los demás.
“La familia aporta a la sociedad la contribución a la formación de los ciudadanos en los valores esenciales de la libertad, la justicia y el amor. Son los pilares sobre los que se asienta el camino que conduce al bien común”. (Conferencia Episcopal Española: “La verdad del amor humano”)
“La familia es una institución intermedia entre el individuo y la sociedad, y nada la puede suplir totalmente”
(Benedicto XVI, Discurso en el Encuentro con las familias en Valencia)